Hace mucho ya que deje de ser eso que todos llaman "emo depresivo"
ahora solo me dedico a hueviar al ser humano que se lo meresca
pero últimamente, eh sentido la necesitdad casi insoportable de llorar
o se por que, será la melancolía que me produce el recuerdo de santiago?
o seran las persona que extraño?
en realidad
no me extraña
en mi vida pasan siempre una serie de cosas que de una u otra forma me afectan demasiado,
como hoy, mientras volvía de un ciclo de animé,
como de costrumbre, sentado en la parte de atrás de la micro,
de pronto faltaban poco más de dos cuadras,
cuando se sube un señor acompañado por lo que sospecho era su hija, el novio de su hija,
y su nieta. El novio de la hija llevaba una caja en sus manos,
era una caja de microondas,
el novio dejó la caja dentro del bus y se subió el señor,
mientras el bus comenzaba su llenta marcha por una de las avenidas de Chillan,
vi desde elduro asiento como la nieta lloraba al ver a su abuelo alejarse.
En ese momento no me afectó mucho,
seguí sumergido en mi pozo de trsiteza qen el cual me meti,
mientras que la música en mis oídos me ayudaba a pensar en que estaba haciendo mal en mi vida,
si no más lo recuerdo, sonaba Ambrosia de Alesana.
El señor, dejó la caja en la parte de atrás,
relativamente serca de donde me encontraba en ese momento,
se dirigía a pagarle el pasaje, mirando con reselo hacia atrás,
para que nadie tomara su adorada caja.
Traz pagar al chofer, se sentó al lado mío,
mientras yo seguía sumergido en mi agujero de amargura infinita.
Al llegar en momento de bajarme, ajusté mi mochila al hombro,
y susurré despacio un "con permiso",
que el caballero comprendió inmediatamente.
Toqué el timbre y la micro paro antes de donde quería bajarme.
Me bajé ahí y cruzé hacia mi lado de la calle.
Llegando a mi pasaje, miré la micro, y me dí cuenta que el caballero se había bajado,
llevaba su caja en las manos y cruzó la calle.
En ese instante mi cerebro quedó en blanco,
fué como si una flecha atravezara mi mente por completo,
en ese instante, la única imagen que llega a mi cabeza,
es la de mi padre,
cuando despúes de un largo día de trabajo,
llegaba a casa con una sonrisa y su típico
"como estas hijo querido?"
mi corazón se detuvo por un momento,
sentí un nudo en la garganta
y mis ojos se llenaron de lagrimas...
Pero como es de costumbre en mi,
no calló siquiera una sola gota,
y traté de llegar lo más sereno a mi casa,
para no preocupar a mi madre,
que en estos momentos,
soy lo único que la acompaña en estos días de mierda...
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Moraleja: Veas Como Veas La Vida, La Felicidad Es Como Un Fósforo, Solo Dura Menos De 20 Segundos...
