Extracto de memoria By Lilo0h

Foto por: Culia'o anónimo.

Mientras caminaba por ese mercado, sentía como el olor del pescado descompuesto entraba iracundo por mis poros. Al mismo tiempo mis ojos lloraban por ese nombre que detesto decir. Seguí caminando, ignorando los gritos de comerciantes desesperados por vender, hasta llegar a aquel lugar donde vendía flores. Le dije a la señora que me diera una rosa blanca. Me la pasó, le pagué con un arrugado billete y me fui a mi departamento. Cuando llegué, mi gato estaba terminando de comer lo que creo, era una rata. Me senté frente a la mesa y comencé, uno por uno a sacar los pétalos de esa rosa. Mientras los iba tomando y dejando en la mesa, pensaba en las cosas que no podría hacer jamás. Todas esas personas que nunca conocería. Todos esos vasos sin vaciar. Y su nombre aún girando burlonamente en mi cabeza. Sin darme cuenta, ya había sacado todos los pétalos de la rosa. Tiro el tallo al piso y mi gato va a juguetear un rato con él. Los junto con mi mano y los hecho a una taza. hiervo un poco de agua y voy donde a dejar comida a mi gato, debería durarle una o dos semanas. Ya hervida el agua, la vierto en la taza y bebo ese dulce té. Mi lengua se quema con cada sorbo y las lágrimas brotan de mis ojos, no de dolor si no de rabia. Rabia por nunca haberte dicho lo que sentía por ti y rabia por no haberle echado azúcar. Prendo la radio y pongo un disco que compilé hace años que no recodaba que tenía. Me siento en el sillón y sierro los ojos, las toxinas actúan rápido sobre mi organismo y mi sueño es inminente. Doy una palmada de despedida a mi gato y dejo que la paz comience.






Lo admito, esto es lo peor que he escrito en el año.

No hay comentarios: