Cuando estés lista Por Camilo Para Adriana


Tuve un rumbo solitario, buscando de ampolleta en ampolleta, una polilla que me quisiese de verdad. Busqué incontables horas, tuve miles de desilusiones con gusanos disfrazados de lepidópteros, encontré millares de efímeras y ninguna era lo que yo necesitaba. Hasta que un día, en un campo de orquídeas, encontré una hermosa mariposa negra, libando el dulce néctar de las flores. Ser más hermoso jamás había sido visto por ojos como los míos. Dulce apología de belleza e inteligencia, mezcladas en la más tierna de las criaturas del planeta. Y yo, un vil insecto come tejidos, opaco, poco llamativo y muchas veces repudiado, ¿Qué oportunidades tenía de enamorar a tal manifestación de perfección? Sin más armas que mi corazón y mis alas, fui directo a donde se encontraba. Tras unos minutos de hablar con ella descubrí que era mucho más de lo que siempre busqué, no iba perder más tiempo, debía estar con ella y en un acto de locura máxima, abro mis alas y extendiendo una pata la invito a un viaje, lleno de peligros, inseguridades y miedos, tal vez ninguno de los dos salga con vida, pero si hay algo de lo que estoy seguro es que nada ni nadie la va a proteger tan bien como yo, nadie la va a amar con tanto fervor como yo y nadie va a dar tanto por ella como yo. Una tímida sonrisa, mejillas ruborizadas y un gesto de afirmación con la cabeza, toma mi pata y emprendimos vuelo, por sobre la copa de los árboles, llegando hasta más allá de las nubes.
Aquí estoy, desnudo, dejando todo de lado, enseñándote que no necesito nada para poder demostrarte que mi palabras son sinceras. Solo dame un poco de tiempo y pon un poco de tu parte, date cuenta que no soy como los demás, que cuando amo lo hago de verdad, no digo palabras en vano ni hago promesas al aire. Quiero que lo nuestro sea lo más duradero posible, que nuestra historia sea contada por muchos, cantada por otros, admirada por todos. Dame 15 minutos de tu tiempo, puedo convertirlos en 90 años de felicidad.


Cuando te sientas sola, sin apoyo o triste, lee esto, para que recuerdes que siempre va a existir un ser esperándote en Chillán. Te amo.

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