Confesiones


Puta, no sé que mierda me motiva a escribir esta suerte de ensalada de la chuchás y frases suicidas, ni siquiera las escribo por la ultra valorada fecha del 14 de febrero. Solo quiero explotar y mi mejor arma son las palabras. En estos momentos mi condición de maniaco depresivo esta a punto de acabar con las miserables neuronas sanas que me están quedando y bueno, no estoy ni ahí con ponerle fin a mi vida, cuático, me gusta sufrir. Pero creo que todo este masoquismo tiene alguna especie de fundamento de peso. Siempre rodeado de mis amigos, hueviando, jugando y haciendo puras hueás, no son sinónimos de alguien así; pero ¿qué necesidad tengo de tener tantos amigos y conocidos? solo el sentimiento que tengo de soledad. Esa hueá me lleva a ser el hueón más sociable, buena onda y lolein del mundo. Pero ¿Que pasa si alguna de esas personas me manda a la mierda o me defrauda? Ding-ding! bienvenida seas depresión. Si igual me gusta estar triste, no para que lo demás digan "Oh, pobrecito el niño", si no para que yo mismo lo haga, auto compasión. Blah blah blah, hablo mucho y digo poco, en pocas palabras, me gusta mi condición de bipolaridad obsesiva.

Fin~

1 comentario:

Alice dijo...

No me parece que dices poco, sintetizas de forma increíble lo que todos los depresivos pensamos. Es como en la película Closer cuando el wn dice que a los depresivos no les gusta estar bien porque necesitan su pena, sin ella no tienen depresión jajaj creo que, tenemos una condición extraña de adorar nuestra pena y anhelar una alegría casi utópica pq en el fondo no la necesitamos.
Soy una persona que se muestra al mundo sonriente y buena para las bromas, pero creo que tu haz visto la verdad que guardo y me sostiene para poder vivir. No sé si me explique con claridad, quise decir muchas cosas y las palabras se me mezclaron jaja.
Un beso.